Comienza el nuevo año y con él de nuevo los exámenes. ¿Estás cansado de leer las mismas materias? ¿No te interesan las asignaturas o te resultan aburridas? ¿No encuentras motivación para estudiar?
Ser estudiante en la UNED es diferente de ser estudiante en una universidad presencial. Estudiar a distancia permite programar el estudio por tu cuenta, trabajar de manera independiente y esto en general es muy interesante, el inconveniente es que afrontar solo esta situación a veces lleva, si no la gestionamos bien, a la pérdida de interés y a la desmotivación. Ser capaces de encontrar la fuerza interior que nos mueve para alcanzar nuestras metas cuando los ánimos decaen es clave para llegar a ser un estudiante a distancia con éxito. Por eso es tan importante aprender a automotivarnos.
Automotivarse es la capacidad que tenemos para motivarnos a nosotros mismos sin necesidad de estímulos externos y requiere desarrollar competencias de autorregulación, y proporcionarnos cuidado y refuerzo.
Para aprender a automotivarnos es útil entender algunas claves:
• Autonomía: a las personas les motiva no estar controlado, tener libertad para elegir cómo hacer su trabajo.
• Dominio: a las personas les motiva dominar habilidades o materias. Tu nivel de aptitud en lo que estas aprendiendo va ascendiendo con la práctica. Casi siempre dominar una materia o una habilidad requiere esfuerzo. Por otra parte, nunca se llega al dominio completo de una habilidad o materia, aunque cuanto más se entrena, más cercano esta.
• Finalidad: a las personas les motiva trabajar y dedicar tiempo a algo que tiene una finalidad. Por ejemplo, estudiar bien para exámenes de medicina tiene la finalidad de tratar mejor a pacientes o salvar más vidas.
En resumen, se trata de tomar conciencia de lo que queremos hacer, para qué lo hacemos y cómo podemos hacerlo mejor.
A continuación te sugerimos algunos consejos para aumentar tus ganas de estudiar, mejorar tu rendimiento y lo que es más importante, disfrutar estudiando. Seguro que los conoces y muchos los utilizas ya, pero siempre es interesante un pequeño repaso.
Piensa en los objetivos a largo plazo
Pensar que si apruebas un examen podrás acceder a un puesto de trabajo o sacarte la carrera que deseas, hará que encuentres una razón para realizar todo ese esfuerzo. Escribe en un post-it los beneficios del esfuerzo y recuérdalos cuando tu motivación decaiga.
Cambia de perspectiva
Algunas materias son aburridas, pero puedes tratar de cambiar la perspectiva y buscar lo que de interesante pueda tener el contenido. Si sientes un interés real en la materia te será mucho más sencillo adquirir el conocimiento y profundizar en su estudio.
Utiliza recompensas
Si has estado toda una tarde estudiando y sientes que has rendido, date a ti mismo una recompensa; una comida que te guste, ver una película, practicar algún deporte… Si tienes en mente que al final del esfuerzo obtendrás algo placentero, estudiarás con más ganas, energía y motivación.
Planifica la sesión de estudio
Planifica el temario que quieres estudiar y trata de ponerte un límite adecuado en el que terminarlo. Recuerda la “ley de Parkinson” (cuando más tiempo tengamos para hacer algo, más divagará la mente y más problemas nos plantearemos) y trata de hacer más cosas en menos tiempo.
Cambia de marco físico
Si no te sientes bien o te distraes estudiando en tu casa acude a una biblioteca donde podrás ver que mucha más gente está estudiando igual que tú.
Evita distracciones
Con las distracciones solo perderás el tiempo y verás cómo han pasado las horas sin avanzar en el temario, lo que contribuirá a que disminuya tu motivación. Sobre todo, apaga el móvil o colócalo fuera de la vista para no estar constantemente comprobando si te han mandado un mensaje 😉
Haz primero lo más difícil
Cuando comenzamos una tarea tenemos más energía, así que será mejor si la invertimos en las tareas más difíciles. Además de esta manera no estarás preocupado durante el día en que tienes que terminar algo complicado.
Escucha música
La música es una buena forma de motivarte, concentrarte o evitar distracciones. Siempre y cuando la misma música no te distraiga. Por tanto deberá ser principalmente música clásica o bandas sonoras. Spotify tiene también unas estupendas listas para aumentar la concentración y ayudar a focalizarnos en la tarea.
Gestiona el estrés
Una de las cosas que peor efecto tiene tanto en el estudio como en los exámenes es el exceso de estrés. Algo de estrés es positivo porque te activará para estudiar, pero demasiado solo logrará síntomas fisiológicos, que gastes demasiada energía y desconcentrarte.
Aceptar el estrés es importante. No se trata de luchar contra él, sino de asumir que es normal sentirlo en una situación tan exigente como los exámenes. Las emociones positivas son muy útiles para contrarrestarlo. Si has estudiado mucho, haz algo después que te haga sentir bien (repasa el apartado Recompensas).
Observa también los contenidos de tu mente. Seguramente está llena de ideas catastróficas. Intenta cambiarlo, simplemente piensa que los exámenes y el estudio son una parte más de la vida y que esta no se acabará si suspendes un simple examen. Si te esfuerzas lo suficiente y perseveras, aprobarás y recibirás las recompensas que deseabas.
Hazlo poco a poco
Hay que planificar. No estudies de golpe 10 horas en un día. Te frustrarás y desarrollaras aversión al estudio. En su lugar, estudia un poco todos los días. 2-3 horas para no saturarte y desmotivarte. Además, si estudias con tiempo, en lugar de solo el día antes, harás que los conocimientos que adquieres se asienten en tu memoria a largo plazo.
¿Y tú qué haces para aumentar la motivación por el estudio?
Practicar algo de ejercicio físico antes o después de estudiar es un buen método para relajarse.
Enhorabuena muy buen articulo…